Dulce de leche en frasco de vidrio: el manjar argentino que conquista paladares

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El dulce de leche es sin duda uno de los dulces más característicos y queridos de Argentina. Su sabor cremoso y dulce lo convierte en un acompañante perfecto para todo tipo de postres y alimentos. En este artículo, te contaremos todo sobre el dulce de leche en frasco de vidrio, desde su origen y recetas caseras hasta su producción industrial y cómo conservarlo adecuadamente. ¡Prepárate para conocer más sobre este delicioso manjar!

Origen y leyenda del dulce de leche

La historia del dulce de leche se remonta al siglo XIX, en la provincia argentina de Buenos Aires. Según cuenta la leyenda, el dulce de leche nació por accidente cuando una criada de Juan Manuel de Rosas dejó hervir la leche con azúcar que se utilizaba para preparar los mates. El resultado fue un jarabe espeso y marrón que sorprendió a Rosas y a sus invitados durante una reunión importante. Desde entonces, el dulce de leche se convirtió en un símbolo de la gastronomía argentina y se popularizó en toda Sudamérica.

Aunque el dulce de leche es conocido en varios países de Sudamérica con diferentes nombres, como arequipe en Colombia, manjar en Chile y doce de leite en Brasil, en Argentina se destaca por su textura cremosa, consistencia y dulzor balanceado. Tanto es así que en el año 1998 fue reconocido como patrimonio cultural alimentario y gastronómico de la argentina. Para celebrar su importancia, el 11 de octubre se celebra el Día Mundial del Dulce de Leche.

Preparación casera del dulce de leche

Si quieres disfrutar del auténtico sabor del dulce de leche, puedes prepararlo en casa siguiendo una receta sencilla. Aquí te dejamos los ingredientes necesarios:

  • Leche: 1 litro
  • Azúcar común: 200 g
  • Jarabe de glucosa: 80 g
  • Bicarbonato de sodio: 0,5 g
  • Esencia de vainilla: 0,3 ml

El proceso de preparación consiste en mezclar todos los ingredientes y colocarlos en un recipiente en baño maría. Se debe mezclar continuamente hasta que la mezcla se haya concentrado a la mitad de su volumen original. Es importante controlar la temperatura y no superar los 93 °C, ya que esto podría provocar la cristalización del azúcar y dar una textura arenosa al producto. Una vez listo, se puede dejar enfriar y guardar en un frasco de vidrio hermético.

El dulce de leche casero puede conservarse en la heladera por aproximadamente 15 días. Sin embargo, si aparecen mohos en la superficie, es necesario desecharlo.

Producción industrial del dulce de leche

La producción industrial del dulce de leche sigue un proceso similar al casero, pero con algunas diferencias. Según el Código Alimentario Argentino, el dulce de leche se obtiene mediante la concentración y acción del calor a presión normal o reducida de la leche o leche reconstituida, con o sin adición de sólidos lácteos y/o crema, y adicionado de sacarosa (parcialmente sustituida o no por otros azúcares), con o sin adición de otras sustancias alimenticias.

En la industria, se utiliza leche pasteurizada que se concentra mediante un proceso de evaporación para eliminar parte del agua. También se agrega una enzima llamada beta-galactosidasa, que desdobla la lactosa y evita su cristalización. Luego, se añade azúcar en una paila calefaccionada con vapor a 105°C. La cocción finaliza cuando se alcanza el color y la humedad deseada. El producto se envasa en potes de plástico o vidrio con tapa hermética y se conserva durante aproximadamente 120 días en envase cerrado, y 30 días en heladera una vez abierto.

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Composición y opciones de dulce de leche en el mercado

El dulce de leche comercializado en los supermercados puede variar en su composición y opciones disponibles. Por lo general, un dulce de leche puede tener hasta un 30% de humedad, de 6 a 9 g de grasas y un mínimo de 5 g de proteínas por cada 100 g de producto. Una porción de dulce de leche corresponde a 20 g y aporta aproximadamente 64 calorías.

dulce de leche en frasco de vidrio - Qué pasa si dejo el dulce de leche fuera de la heladera

Existen versiones light que utilizan leche descremada, lo que reduce ligeramente el aporte calórico. También hay opciones sin azúcar que contienen menos sacarosa o no la contienen, sustituyéndola por polialcoholes y edulcorantes no nutritivos. Estos productos suelen utilizar estabilizantes y coloides para darles consistencia.

Es importante leer las etiquetas de los productos y elegir el dulce de leche que se ajuste a nuestras preferencias y necesidades.

¿Dónde guardar el dulce de leche?

Una pregunta común es si se debe guardar el dulce de leche en la heladera o en una alacena. Según el ingeniero químico Ismael Bracco, experto en lácteos, el dulce de leche puede conservarse adecuadamente en una alacena debido a su alto contenido de azúcar, lo cual reduce la presencia de agua disponible para el desarrollo de microorganismos. El azúcar actúa como un conservante natural, al igual que la sal. Además, el frío de la heladera puede favorecer la formación de cristales de lactosa y afectar la calidad del producto.

No obstante, guardar el dulce de leche en la heladera no causa ningún problema, aunque puede dificultar su untuosidad. La clave para mantenerlo en buen estado es garantizar la higiene del envase y evitar la contaminación con utensilios sucios.

El dulce de leche en frasco de vidrio es un verdadero tesoro gastronómico argentino. Ya sea que lo prepares en casa siguiendo una receta casera o lo adquieras en el mercado, es un producto delicioso y versátil que puede acompañar todo tipo de postres y alimentos. Recuerda leer las etiquetas y elegir el dulce de leche que más te guste, y disfruta de su sabor único y cremoso. ¡Buen provecho!

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