Cooperativa del vidrio: tradición milenaria en ezpeleta

Hablaremos Sobre

En un rincón de Ezpeleta, Quilmes, se encuentra la primera cooperativa del vidrio fundada en 194En su fachada, un mural desgastado por el tiempo muestra a un soplador de vidrio trabajando con su caña ahuecada. Esta cooperativa, conocida como Cristalería El Progreso, se ha dedicado durante décadas a mantener viva la tradición del soplado de vidrio, un oficio milenario que ha perdurado a lo largo de los siglos.

Orígenes del Vidrio Soplado

Según la Biblia, el vidrio era considerado tan valioso como el oro debido a su rareza. El arte de la fabricación del vidrio se practicó por primera vez en Egipto, utilizando un método en el que se envolvía vidrio fundido alrededor de un molde hecho de arcilla y estiércol. Sin embargo, fue en el siglo I a.C. cuando se inventó la técnica del vidrio soplado, revolucionando por completo la industria. Se cree que esta técnica fue desarrollada por los fenicios en la costa occidental del Mediterráneo. A partir de entonces, el vidrio soplado se extendió por todo el Imperio Romano, convirtiendo a Venecia en el centro vidriero del entorno en el siglo XIII.

La Cooperativa El Progreso

En 1947, un grupo de 17 artesanos de la fábrica Rigolleau decidió fundar la cooperativa El Progreso en Berazategui, frente al avance de la automatización. Su objetivo era rescatar y preservar el antiguo oficio del soplado de vidrio. Comenzaron trabajando en un pequeño galpón, pero a medida que su trabajo empezó a ser reconocido, crecieron y se trasladaron a su ubicación actual en Ezpeleta. Hoy en día, la cooperativa cuenta con 180 asociados y sus familias viven de este arte tradicional.

El Proceso de Fabricación

En la Cristalería El Progreso, el proceso de fabricación del vidrio se realiza de la misma manera que hace siglos. El horno de la fábrica se mantiene encendido constantemente a una temperatura de entre 1300 y 1400 grados. Los artesanos trabajan en turnos de 6 horas, rotando en diferentes roles para soplar y moldear el vidrio. Utilizan herramientas rudimentarias, como cañas de metal y matrices, y soplan el vidrio fundido con sus pulmones.

El vidrio utilizado en la cooperativa no es reciclado, sino que se utiliza materia prima refinada y los descartes de vidrio que se funden nuevamente. Durante el proceso de fabricación, los artesanos deben tener mucho cuidado debido a las altas temperaturas a las que están expuestos. A pesar de las quemaduras ocasionales, estos artesanos están apasionados por su oficio y continúan trabajando con dedicación y precisión.

La Importancia de la Cooperativa

La cooperativa El Progreso es uno de los pocos lugares en Argentina donde se realiza cristalería fina artesanal a gran escala. Su trabajo es altamente valorado por hoteles de primera categoría y regalerías. La técnica y la experiencia de los asociados son apreciadas en cada una de las piezas que producen. A pesar de los desafíos económicos a los que se han enfrentado, la cooperativa ha logrado sobrevivir y mantener viva la tradición del vidrio soplado.

El Futuro del Vidrio Soplado

A pesar de los avances tecnológicos, el vidrio soplado a mano sigue siendo apreciado por su belleza y calidad artesanal. En Berazategui, existe una Escuela Municipal del Vidrio que permite a los estudiantes convertirse en técnicos en vidrio artístico en tan solo dos años. Esta escuela garantiza que el oficio del vidrio soplado se mantenga vivo durante muchas generaciones más.

La cooperativa El Progreso es un testimonio vivo de la pasión y dedicación de los artesanos del vidrio. Su trabajo artesanal y tradicional es un verdadero tesoro en un entorno cada vez más automatizado. El vidrio soplado continúa siendo una forma de arte única y valiosa, y gracias a cooperativas como El Progreso, esta tradición se mantendrá viva por muchos años más.

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